Socialmente nos encontramos viviendo un momento de desamor con nuestros trabajos dependientes y una alarma interna no deja de hacer luces recordandonos cada día: no sos feliz.
Lo que nos lleva o a la búsqueda de “un propósito” o a sentirnos frustradas. Como si convivieramos con una voz que nos repite que lo estamos haciendo mal.
¿Vos qué crees?
Yo, que estemos atentas: creo que a veces y sólo a veces se trata de dar un giro de 180° para rearmarse. Creo que despertar es mirar con ojos de amor el presente, justo ahí donde estamos. A veces se trata de ponerle más onda a tu día a día “aunque no trabajes 100% de lo tuyo”. De hecho, te invito a desidealizar el “trabajar de lo tuyo” porque no deja de ser trabajar. En lo personal, hay días en que estoy mega cansada y quiero tomarme licencia por 1 año, lo que es muy difícil al emprender.
Cambiaría el “trabajar de lo tuyo” por estar en conexión con vos, con tu verdadero ser.
La vida nos regala día a día el escenario perfecto para evolucionar. Seguramente sea en ese trabajo, en ese vínculo o en ese hogar, que está el mayor aprendizaje de tu vida.
La búsqueda de un propósito se está convirtiendo en una sensación de desvalorización. Porque cenar en familia, mirar una peli, reírte con tu compañer@ de trabajo, no es TAN grande como trabajar con un propósito. Y acá es donde vengo a poner luz: todas las personas tenemos un propósito, por algo estamos acá. Pero muchas veces se trata de vivir cada día con el mayor amor posible, de sonreirle a tu campañer@ de trabajo, de disfrutar una peli o de cenar con tu familia, y nos parece poco. Nuestro propósito universal es el amor, y si un propósito mayor te llama, quedate tranquila que lo vas a escuchar.
La vibración de la tierra la elevamos todos los días, con cada gesto, emoción, la presencia o no del amor. Es cada día que despertamos al propósito de nuestras vidas, y no nos habíamos dado cuenta.
Te invito a preguntarte si esa búsqueda de trabajar con propósito nació desde un deseo profundo, o desde la invasión que recibís con los mensajes de gente sonriendo en instagram. El propósito lo encontramos en el silencio, ese espacio en donde nos podemos escuchar, casi sin tener que hablar.
Te honro,
CALU.